El desgaste laboral —conocido también como burnout— ya no es una etiqueta de moda: es una señal de alarma para todo tipo de organizaciones. Se trata de un problema que daña a las personas, reduce la productividad y genera costes directos e indirectos para las empresas y la sociedad.
¿Qué es exactamente el desgaste laboral?
La Organización Mundial de la Salud lo define en la CIE-11 como un síndrome resultante del estrés crónico en el lugar de trabajo que no ha sido gestionado con éxito. Tiene tres dimensiones clave: agotamiento energético, distanciamiento mental o cinismo respecto al trabajo, y disminución de la eficacia profesional. No es, estrictamente, una enfermedad médica en la CIE-11, pero sí un fenómeno ocupacional con consecuencias claras sobre la salud.
Causas frecuentes — ¿qué empuja al desgaste?
Entre los factores más citados en la evidencia internacional están: sobrecarga de trabajo y presión de tiempos, falta de control sobre las tareas, desequilibrio entre esfuerzo y reconocimiento, precariedad laboral y cambios organizativos mal gestionados. Para personas inmigrantes o en procesos de homologación, se suman factores específicos: incertidumbre sobre la continuidad del empleo ligada al visado, barreras administrativas, falta de apoyo social y diferencia entre expectativas profesionales y realidad del puesto. Estas condiciones incrementan el riesgo de estrés crónico y agotamiento.
Consecuencias para la persona y la organización
A nivel individual, el desgaste se asocia con problemas de sueño, ansiedad, depresión y pérdida de rendimiento. A nivel organizativo, supone absentismo, rotación elevada, errores operativos y una pérdida económica importante: la OCDE estima que los problemas de salud mental tienen un coste que puede llegar a representar hasta alrededor del 4% del PIB por país, buena parte ligado a menor productividad y a bajas laborales. Por eso abordar la salud mental no es solo una cuestión ética, sino un imperativo económico.
Señales claras que toda organización debería vigilar
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Fatiga persistente y pérdida de energía.
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Actitudes de distancia o cinismo hacia el trabajo.
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Sensación de baja eficacia profesional o error frecuente.
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Cambios en la comunicación: aislamiento o reacciones bruscas.
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Aumento de faltas y bajas de larga duración.
Estas señales inspiran intervenciones tempranas: evaluación de cargas, re-diseño de tareas, apoyo psicosocial y formación para mandos intermedios en detección y gestión de riesgos psicosociales.
Buenas prácticas organizativas
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Diseño de puestos y cargas razonables. Ajustar tiempos, objetivos y recursos para que las tareas sean realizables.
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Transparencia en procesos administrativos. En la gestión de visados y homologaciones, informar con claridad sobre plazos y requisitos reduce incertidumbre y estrés en las personas candidatas.
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Formación a liderazgos. Capacitar a jefes/as y responsables de selección para detectar signos de desgaste y aplicar medidas preventivas.
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Apoyo específico para profesionales migrantes. Mentoring, acompañamiento administrativo y espacios para resolver dudas jurídicas y laborales. El apoyo reduce la sensación de vulnerabilidad y mejora la retención.
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Políticas de salud mental integradas. Programas que incluyan prevención, acceso a tratamiento y adaptación del puesto cuando sea necesario, en línea con recomendaciones internacionales.
Conclusión
Tratar el desgaste laboral es una inversión: reduce costes ocultos, mejora la reputación de la organización y protege a quienes depositan su confianza —y en muchos casos su futuro— en procesos de selección y homologación. Para empresas que incorporan talento extranjero, añadir protocolos de acompañamiento administrativo y psicosocial no es un extra: es una ventaja competitiva y una obligación ética.
Fuentes
- https://www.who.int/news/item/28-05-2019-burn-out-an-occupational-phenomenon-international-classification-of-diseases
- https://osha.europa.eu/en/themes/psychosocial-risks-and-mental-health
- https://www.oecd.org/en/publications/mental-health-and-work_22257985.html
- https://www.insst.es/noticias-insst/sindrome-de-desgaste-profesional-burnout
- https://www.sanidad.gob.es/areas/saludLaboral/saludMentalTrabajo/home.htm
